¿En qué consiste la poda llamada eje central modificado y cuáles pueden ser sus ventajas e inconvenientes?
Asesor de Pistacium Mediterráneo
El eje central modificado o “modified central leader” es una forma de poda que existe desde hace varias décadas y que en los últimos años se está aplicando y experimentando en EE.UU., y Australia, también al cultivo del pistacho.
Consiste en formar el árbol con un eje central, formando más grupos de ramas principales o “cruces” a diferentes alturas, una de las ramas de la cruz se utiliza como guía para seguir el eje central y seguir con la selección de nuevas ramas a mayor altura. La altura de inserción de las ramas más elevadas suele ser a 1,50-2,20m. Se diferencia del eje central clásico por tener más control sobre la selección de las ramas y por utilizar siempre una rama-guía para mantener la dominancia en altura del eje central.
En pocas palabras, en el vaso convencional tienes el centro del árbol vacío y se forma la copa alrededor suyo, mientras que en el eje central el centro del árbol es el eje y desde ahí se originan todas las ramas que forman la copa.
Este sistema se ha desarrollado para poder realizar plantaciones a marcos más estrechos, ya que su crecimiento en altura permite aprovechar mejor los espacios.
Como poda es más sencilla que en vaso, pero tiene más o menos el mismo trabajo y tiempo de ejecución, aunque se supone que, en el futuro, las acciones de topping & edging (poda en altura y lateral con discos) debería ser más sencilla en el eje central modificado que en el vaso convencional, aunque en cualquier caso se requiere gran capacidad vegetativa.
Una de las ventajas del eje central modificado es que, al tener más ramas principales en vez de solo tres, se reparte mejor el peso de la copa, y con la inserción de las ramas en puntos separados debería tener una mejor resistencia mecánica.
Hay estudios que afirman que esta forma de podar es más productiva y eficiente en las condiciones de cultivo californianas. Personalmente, creo que puede ser una opción en algunos casos, pero que no debería tomarse como “mejor que el vaso” ya que en algunas situaciones puede tener más inconvenientes que ventajas.
Por ejemplo, si queremos reducir los marcos de plantación hay que tener en cuenta que el número de plantas aumentaría y con ello los costes de poda por hectárea y que, aunque requiera el mismo número de cortes, la altura de la copa es mayor y la poda sería mucho más incómoda para el operador con tijera eléctrica. Esto obligaría a introducir el uso de discos antes del tiempo o de hacer las partes más altas con pértigas.
Otro inconveniente que veo en este sistema en España es que, para estos marcos no hay posibilidad de usar paragua, y que por otro lado no hay tanta disponibilidad de cosechadoras continuas. No menos importante, las maquinarias en continuo en España tienen una limitación en altura que nos obligaría a limitar el crecimiento vertical, obligándonos a realizar frecuentemente el “topping” reduciendo la utilidad de esta forma.
Un aspecto importante es que siendo una forma que llena el centro del árbol, con el tiempo no favorece el secado de las hojas después de las precipitaciones y no favorece una buena aplicación e infiltración de los fitosanitarios en toda la superficie foliar.
Creo que el eje central modificado puede ser una opción para reducir los marcos de plantación sobre todo si no se quiere recorrer a un portainjerto de bajo vigor, sin embargo, no deberíamos subestimar el tipo de cosechadora a utilizar y qué características exige al cultivo.
Para concluir, yo diría que es una opción viable, aunque actualmente no creo sea la mejor alternativa a largo plazo, sobre todo en secano y en cultivo ecológico.
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