Un abril extremadamente cálido y seco, según la Aemet, ha dejado problemas de cuajado en distintas zonas de producción, no en todas, llevándose la peor parte Castilla y León, con fincas que han perdido el 100% de la producción.
Si la floración pareció casi perfecta por la ausencia de lluvia, el cuajado no ha sido tan exitoso. En medio se han producido unas condiciones totalmente anómalas con las temperaturas máximas 4,7 ºC por encima de la media y solo un 22% de la lluvia normal del mes (precipitaciones registradas fuera de las zonas de producción).
Todo lo contrario ha ocurrido en California, con tiempo fresco y húmedo durante la floración, y ya se prepara para una gran cosecha.
Los mayores daños se registran en Castilla y León, con parcelas que han perdido toda su producción, otras solo conservan media carga y algunas están aceptables. Aunque los daños no se explican por un único factor, las temperaturas anómalas han sido el principal desencadenante.
Como explica Adrián Jiménez, técnico y productor, la fenología de los árboles venía dos semanas adelantadas por un marzo también seco y cálido y en los primeros días de abril se produjeron seis días continuos de mínimas bajo cero (con estaciones que registraron hasta -7 y -9 grados el día 5 de abril).
“Ha coincidido una amplitud térmica enorme entre el día y la noche con heladas negras de manual con humedad relativa muy baja”, explica. “Aunque la yema parecía solo hinchada, estaba mucho más avanzada y esos daños internos se han visto más tarde con muchos abortos de racimos enteros”.
Diferentes cuajados en el ensayo de variedades de Alcañiz, en Teruel. Primavera de 2023
En el caso de Castilla-la Mancha distintos productores informan de menos pistachos de lo habitual en los racimos. Los problemas de cuajado no son generalizados, pero sí existen en zonas concretas.
Julián Guerrero, experto consultor de Omnia Pistacho, apunta a que la polinización fue buena, pero el árbol ha decidido tirar más fruto de lo habitual “por el estrés hídrico acumulado por la sequía”. Tampoco han ayudado las altas temperaturas “que han coincidido con el fruto muy tierno”.
Los problemas, apunta, se detectan en parcelas de secano con racimos con 7 y 8 frutos cuando la media en Kerman pueden ser 14-15 pistachos. Los crecimientos vegetativos de los árboles sin riego están siendo pobres, con apenas ahora 2 y 3 yemas nuevas de flor. Por el contrario, los árboles se encuentran muy sanos por el ambiente seco.
En otras zonas pistacheras, como Cáceres, también se registran problemas de cuajado asociados a temperaturas elevadísimas para un mes de abril, superiores a los 30 ºC, con mejor comportamiento en las variedades tempranas como Mateur y Larnaka.
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