La previsión de cosecha de pistacho en España puede adelantarse al menos 15 días dada la evolución favorable del cultivo, con estados muy avanzados en la fase de llenado del grano en todas las variedades y en las distintas zonas de producción, incluida Castilla-La Mancha.
El grano engorda a buen ritmo dentro de la cáscara en todas las variedades, tanto en las más tempranas como Mateur, Avdat, Larnaka o Aegina y en las más tardías como Kerman y Kastel, según se ha podido comprobar en ensayos como el del Centro de Investigación del Aragón, en Alcañiz, Teruelo, o en la colección de árboles del centro de investigación El Chaparrillo, adscrito al IRIAF.
El técnico investigador de El Chaparrillo Esaú Martínez (Telegram y YouTube) apunta a que el cuajado ha sido bueno, mejor de lo que el sector se temía después de las temperaturas extremas de abril, y que provocó daños en Castilla y León como os contamos aquí.
Analizado el ciclo del cultivo, Esaú Martínez apunta a que la previsión de cosecha en España puede superar las 5.000 toneladas en seco, por encima de la previsión inicial (4.500 toneladas), lo que significa un 50% más que la pasada campaña. “En Castilla-la Mancha se comenzará a cosechar muy a primeros de septiembre”, puntualiza.
Desde un punto de vista agronómico, el cultivo se encuentra en la fase 3 de llenado de grano y la recomendación de Esaú Martínez es que se debe manejar bien tanto el abonado como el riego para que el hinchamiento del grano logre, mediante presión física, separar la cáscara y obtener un mayor porcentaje de pistachos abiertos.
La opción de fertilización pasa por abonos potásicos y aminoácidos. “Si se realizan aplicaciones foliares deben buscarse las primeras horas de la mañana porque en las horas centrales de calor la hoja tiene cerrados los estomas”, matiza.
Respecto al riego, durante la fase de engrosamiento del grano se retoman los riegos si se está aplicando una estrategia de riego deficitario, “sobre todo en la segunda mitad de la fase 3 para conseguir más aperturas y más peso en el grano”.
El investigador descarta la opción de poda en verde en esta fecha salvo en la variedad Sirora “para casos muy específicos y con intervenciones muy ligeras”. Dado el vigor de la variedad, Esaú Martínez apunta a que se puede actuar en ramas que no invitan a una buena estructura del árbol. Si se fuesen a convertir en futuras ramas primarias podrían podarse en madera dura a 40 centímetros “antes de que se tumben”.
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