“Todos los países quieren producir más pistacho, pero hay optimismo porque aumenta la demanda”
El panel de expertos internacionales de la mesa de pistachos en el 41 congreso mundial de INC, celebrado los días 8, 9 y 10 de mayo en Vancouver, Canadá, contó con la presencia de Carlos Suárez, CEO de Nuevos Cultivos Agrarios y presidente del Consejo Europeo del Pistacho (CEP).
En declaraciones a PistachoPRO, Carlos Suárez asegura que el ambiente en el congreso ha sido de optimismo porque a pesar de que la oferta está aumentando también lo hace la demanda, “gracias en parte a las campañas de marketing que está realizando EE.UU. como primer productor”.
Suárez puntualiza que todos los países productores expresaron su intención de aumentar la producción de pistacho, “pero el futuro es optimista” porque aumenta el consumo. “La India, que es clave, ha incrementado su consumo en 100.000 toneladas en solo dos años”, precisa el presidente del CEP, a la vez que recuerda que todo el consumo de Europa es de unas 140.000 toneladas anuales.
Los productores de California afirman que de momento no piensan parar las nuevas plantaciones y sólo las limitaciones de agua les puede frenar en un futuro, Turquía también está incrementando su superficie pero dirigida a su potente mercado interno e Irán está plantando en zonas nuevas del país con menos problemas de salinidad en el agua y buenos resultados.
¿Cómo ven los grandes países productores de pistacho a España?
“Como si fuéramos una pequeña mosca”, resume Carlos Suárez, que sí nota curiosidad por parte de EE.UU. por ver qué parte del mercado europeo puede asumir España. “La estrategia de crecimiento de EE.UU. está centrada en crecer en Asia”, puntualiza.
Para el presidente del CEP, España no está en la liga de aumentar el consumo internacional, sino de ganar posiciones en el mercado europeo gracias a su valor estratégico por su posición geográfica y facilidad logística, “pero nuestro éxito va a depender mucho de cómo lo hagamos”. “Tenemos que conseguir costes competitivos tanto a nivel de finca como en la industria y vender a precios similares al pistacho americano”, afirma. La opción de un pistacho diferenciado por sabor, a partir de marcas de garantía o ecológico, Carlos Suárez lo ve como una opción de nicho, “si España va a plantar 100.000 hectáreas es para vender el grueso a volumen”, sentencia.
Otro factor relevante es que todos los países productores observan con recelo el mercado europeo porque es muy exigente en calidad y burocracia administrativa, donde solo pueden vender su pistacho de más nivel. La exigente Europa puede ser una oportunidad para los productores españoles, más acostumbrados a cumplir los parámetros de calidad, “España puede si hacemos las cosas bien”.
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